viernes, 22 de junio de 2012

El Decamerón Negro 2, la Balada de la Doncella Enamorada.

 El Decamerón Negro 2, la Balada de la Doncella Enamorada.




Una Fatumata, así al azar,
con cara de doncella enamorada.
Mientras que el movimiento anterior funcionaba como un retrato del protagonista masculino, en éste Brouwer centra su atención en el personaje femenino. Samba Kulung, que había sido expulsado de su hogar por rehusar ir a la guerra, encontró refugio en el palacio de un poderoso rey, de cuya hija (cómo no) se enamoró. En algunos relatos se cuenta que Fatumata, que así se llamaba la princesa, se disfrazó con la armadura de su enamorado para ir a la guerra (algo así me suena de un libro de aventuras bastante conocido que se llama la Ilíada).


En fin, en La Balada de la Doncella Enamorada encontramos, más que el desarrollo de la historia, una evocación del amor que ésta sentía hacia Samba, contrapuesto a las llamadas de los tambores  de guerra que aún los persiguen.

En los primeros segundos escuchamos la repetición de una célula rítmica, de nuevo evocando la percusión, seguida por el inicio de la canción de la doncella en 0:09 (llamémoslo tema A). Esta melodía también recoge recursos africanos, y es desarrollada de diferentes maneras en las que no merece la pena profundizar. En 0:41 volvemos a oír la célula rítmica, ahora más elaborada, seguida en 0:54 por una transposición del tema original, interrumpida por el motivo del comienzo en 1:02, que se repite dos veces más. Tras la tercera (0:32), la célula rítmica crece hasta convertirse en un tema por derecho propio, evocador de los peligros de la guerra que acechan a los amantes. En él se sugieren los toques de los tambores tribales en una cuerda grave de la guitarra, en lo que se conoce como un Ostinato, mientras en las agudas se recoge el tema A. Esta sección central muestra un compositor en posesión de una técnica compositva magistral que le permite combinar materiales musicales tan diferentes entre sí. En 3:28 se vuelve a recoger el tema A, contrastando con el tema de la guerra en 4:12, que crece en lugar de quedarse en la repetición como hizo la vez anterior. Después de estos desarrollos, en 5:15 el tema vuelve a aparecer en el registro más agudo de la guitarra, mediante un recurso tímbrico llamado notas armónicas, una técnica que permite crear una atmósfera mucho más tranquila, en contraste con la sección anterior.  Unas pinceladas que nos recuerdan el ostinato rítmico finalizan el movimiento, sin concluir nada. ¿Habrán sido separados por la guerra? ¿Qué pasará con su amor?

La respuesta en el último movimiento.

Para escuchar:


¡Que lo disfrutéis!

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