domingo, 24 de junio de 2012


El Decamerón Negro 3, la Huída de los Amantes por el Valle de los Ecos.  
           
            El valle de los ecos al que se hace referencia en este título tiene la característica de no aparecer en el Decamerón. Esto significa, efectivamente, que Brouwer se lo ha sacado de su imaginación completamente, sin ponerse ni colorao. A este compositor le gustan mucho los títulos sugerentes, y este no iba a ser menos.  (“La ciudad de las mil cuerdas”, “Acerca del aire, el cielo y la sonrisa” o “Manuscrito antiguo encontrado en una botella: la palabra amor escrita mil veces”  son sólo algunos ejemplos”) En fin, detalles aparte, tenemos porfin un desenlace para la historia de la feliz pareja. Recordemos: Samba Kulung es un guerrero-músico que rehúsa ir a la guerra y huye de su tierra natal para ser acogido por un buen rey y su amable y joven (suponemos que también bastante guapa) hija. Nos basta un vistazo rápido al título para comprender que sí, se fugan, son (suponemos) felices, y comen el equivalente a las perdices de los cuentos africanos. La historia en si no tiene mucho más, al margen de la música que se le ha exprimido.

            Vamos al lío: ¿Qué vamos a escuchar? Para facilitarnos la tarea, el propio compositor ha escrito en la partitura letras mayúsculas con lo que pretende sugerir en cada fragmento. Empezamos la escucha con cinco simples notas marcadas como A: Declamado, que, igual que el resto de movimientos, van creciendo mediante la adhesión de más notas al final de cada frase, quedando cinco notas, después siete, y por último once. Tras esta declamación escuchamos el fragmento B: Presagio en 0:23. Éste consiste en un arpegio inicial seguido de tres notas iguales y un intervalo descendente muy típico de Brouwer. Al igual que el Declamado, se repite tres veces, pero en vez de crecer en número de notas crece en la complejidad de los acordes y su disonancia. En 0:46 tenemos la primera aparición de los ecos, que van a ser una constante en todo el movimiento, logrados mediante la repetición del final de la frase en piano, o mediante otra melodía similar que conteste a la primera. La tercera sección, C: Primer galope de los amantes, es otro ejemplo de las técnicas de crecimiento usadas por el compositor en esta obra. Tenemos un compás, que se repite cuatro veces, en el que encontramos grupos de cuatro, seis, ocho y diez notas. [i] . El primer grupo no es otra cosa que el tema A: Declamado transportado, que se va liando cada vez más en este desarrollo frenético. Este crecimiento sigue y sigue hasta 1:44, donde vuelve otra sección marcada como D: Presagio, inmediatamente seguida por otro recuerdo del tema A,  E: Declamado en 1:53. La sección F: Recuerdo, en 2:08 vuelve a introducir el eco, de nuevo con material melódico relacionado con el primer tema, en un remanso de paz que nos conduce  a G: Por el valle de los ecos (galopante). En 2:39 tenemos el momento en el que se unen todos los recursos compositivos que se han ido sugiriendo durante este movimiento. El tema declamado del principio aparece cantado en las cuerdas graves mientras las agudas realizan un ritmo de acompañamiento evocando el galope de los caballos en los que huye la pareja. Las melodías vuelven a crecer como ya nos tiene acostumbrados el compositor, creando un ritmo que no es fijo, cuyos compases van creciendo en función de las necesidades de medida de la frase. Tenemos así, un 6/8 seguido de un 7/8 seguido de un 8/8 seguido de un 9/8 seguido de un 8/8 seguido de un 9/8, y así sucesivamente hasta el final de la sección. Todo ello, cómo no, acompañado de los ecos de la melodía que la suceden en un segundo plano. Una última sección I: Lentamente, concluye la pieza, con temas recogidos de la sección del presagio, que en lugar de su orden original, en el que la disonancia crecía, se encuentran ordenados al revés para terminar con el acorde más consonante y puro de los tres, reafirmado por el intervalo de Brouwer como dos últimas notas: 4:37, Re-Si.  El Decamerón Negro se ha contado.

Para escuchar:
Como siempre, Elena Papandreou.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
¡Espero que os guste!






[i] (La, Mi, Sol#, Mi) (La, Mi, Sol#, La, Sol#, Mi) (La, Mi, Sol#, La, Sol#, Mi, Re Mi) (La, Mi, Sol#, La, Sol#, Mi, Re, Mi, Sol#, Mi)

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